TEXTOS & MULTIMEDIA algunas CITAS...

 

EN PAPEL MARFIL DE SEDA

"...que no se sabe si no es visto y no se ve si no se sabe..." (Anibal Núñez, Cristal de Lorena)

Bien, es procaz hablar de arte en esta bajura del siglo. Esta página de seda es sólo espacio donde no decir. Es sólo una señal. Un síntoma, mejor, de que debajo de lo escrito está la viva e inerte traslación, la delación o la culpa del que escribe: todo amanuense es culpable de transferir a su código el código secreto, el criptograma de lo que sólo se deja ver "au delà des pages, au delà du vide" . Detrás, muy detrás de esta página, una forma de belleza, permea la idiotez del que ve. La idiotez entendida strictu sensu: el ser propio, único, de los griegos en cuya lengua ïdiota¨significa ser uno mismo y capaz de discernir por medios propios.

Encarnación Hernández Rozas, aquí vuelve atrás la página de la memoria; hace un salto cualitativo de cristal o bronce o seda, o hipnotiza un algo, y tiene las de ganar, en medio de la sala, un tiempo detenido y recobrado (Proust) ad majorem gloriam artis entre el fundamento infundado de esferas de reloj vacías de tiempo, urnas de orientación -figuras, paisajes- a una obra obra que se mira -¿cómo no toda obra?- en sí misma: desde Fidias a Picasso, de Bernini a MCollum, en direcciones sin tiempo y sin propósito, claro.

Estoy incurriendo en una sedada procacidad. ¿O estoy anestesiado? (Eliot).

Tóquese la escultura, tóquese las márgenes. Todo ha sido visto y revisado, y la obra aquí expuesta invoca a la memoria, al toque de quedársela en los dedos o en el iris que la aviva. Todas las esferas del reloj apuntan a que lo mostrado aquí carece de fórmula que pueda ser igualada: cerrada está la alquimia y la visión de lo hermoso está sola, ahora, en los ojos del que ve, pero no dos veces: nada es para nada, y además no importa. Sólo una ambigüedad resiste el papel marfil de seda: ver otra vez que esta obra es la cita de lo citado, con la interartisticidad, como Kristeva o Barthes. EHR da en su interartiscidad la salida minúscula del ARTE a un vacío de miradas que no avisan y al mar ínfimo, como su nombre hermoso que se tiñe de una bien trazada ironía y se disuelve.

Cabe sólo llover sobre este papel que al fin será amarillo cuando se sepa que, de esta tinta manchada, no desvela, encubre sola la quietud del signo.

tomás h. rozas

Texto del catálogo de la exposición individual en la Casa Municipal de Cultura de Ciudad Rodrigo (Salamanca) Dic.1995

Efebo

 

ENCARNACIÓN HERNÁNDEZ: ESCULTORA

De nuevo el Sur.
La luz, el sol, la calidez.
De nuevo el mar, el sur,
los amigos, la creación, el arte…
De nuevo el Rincón de la Victoria.

Hay una forma especial de interpretar la realidad
que sólo puede ser entendida desde el arte.
Existe un arte que ayuda a reinterpretar lo que acontece,
lo que se quiere y… cuestiones de “lo divino y lo humano”.

La escultura acerca, materializa el concepto y aporta
a la visión, al tacto, su propia textura, su composición
de barro, fuego y metal.

Apoyada y modelada vigorosamente por las manos
y la mente de Encarnación Hernández,
la materia cambia de forma y su espíritu
se convierte en figura, rostro, torso, perfil, busto…

En las joyas, la belleza se hace contacto con la propia piel.
Se hace filigrana en el oro y en la plata
que dejan, afanosamente, aparecer caras redondeadas de figuras
amablemente femeninas que adornan y conectan con
la pretensión humana de la belleza.

Las viejas paredes de la Casa Fuerte de Bezmiliana
serán testigos privilegiados
de la obra reciente de Encarnación Hernández
en esta primavera de 2004.

 Juan Bautista López Blanco

Texto del catálogo de la exposición individual en la Casa Fuerte Bezmiliana - El Rincón de la Victoria (Málaga) Abril 2004

Dama con mantilla

 

RE-EXISTENCIAS ESCULTÓRICAS

…se basa en el estudio de un retrato dentro de un expresionismo simplificado de carácter simbólico. La importancia que da a las texturas y los acabados, unido a su frescura y destreza de modelado, dan lugar a esculturas llenas de matices.

Rostros incompletos por los que circula el aire, máscaras envueltas en una niebla que desdibuja sus facciones, perfiles finos y alargados, en actitud pensativa, de los que emana cierta tristeza, nos trasladan a un mundo de ensoñación donde nuestro subconsciente hace lo demás. Serena, penetrante e inquietante mirada, la de sus rostros, de ojos entreabiertos, pero profundos y labios pequeños, pero provocativos. Aspecto plácido es el que se desprende de sus esculturas, mitad dulzura, mitad frialdad. Obras distantes, intemporales, que invitan a la reflexión. Es como si a través de ellas pudiéramos hacer introspección y ver nuestros miedos, sentir nuestra propia soledad, vivir todo un cúmulo de sensaciones, que a veces nos llenan de nostalgia y otras de calma y equilibrio existencial.

Raquel Barrionuevo Pérez

Catálogo de la exposición "Escultoras del Siglo XX - Ree-xistencias". Pág.45
Organizada por la Dirección General de Archivos, Museos y Bibliotecas de la Consejería de Cultura y Deportes de la Comunidad de Madrid y la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía. (Julio a Septiembre 2006).

Autorretrato infantil

 

LAS MUJERES DE ENCARNACIÓN HERNÁNDEZ

El rostro triste,
eternamente triste,
de esa mujer
con rasgos bien marcados,
enormes ojos,
boca y mentón firmes
y el fuerte cuello
apenas adornado, me observa desde el cuadro
o la escultura.

Cada vez que la miro
está observando.

Su tristeza serena
me acongoja,
y su resignación
me da reparo.

En su belleza
sobrecogedora
y que parece preceder al llanto,
sin que ninguna lágrima
aparezca,
creo observar un sufrimiento
amargo.
Un dolor resignado de silencios.
Un gran dolor de siglos y de espacios.

Es la mujer eterna,
que en su cuerpo
lleva la carga
de muchos trabajos.

Es la mujer
que es capaz de dar vida
aunque tenga que dar
su vida a cambio.

Es la mujer
por encima del tiempo.
Perfecta encarnación
de amor humano.

Antonio Serralvo

Texto del catálogo de la exposición individual en la Sala de Arte Teatro del Carmen de Vélez Málaga (Sept. 2007)

 

SOLEDAD

...ante la obra de Encarnación Hernández todo queda claro. La forma se manifiesta bella pero no se ensimisma en su belleza; cada figura lleva un mensaje grabado con los sentimientos de la autora, que prácticamente se desnuda en sus obras, cosa nada rara pues sucede con los grandes artistas, que abren su corazón y nos enseñan su alma, desnudándola en sus  más íntimos secretos. Claro que para este ejercicio, antes hay que aprender una técnica, o varias, según como el artista quiera expresar su sentimiento; con lo aprendido tiene que dar un salto en el vacío, olvidarse y plasmar una nueva obra con su impronta. Y es aquí donde Encarnación nos ofrece su originalidad, con una apariencia neoclásica, perfecta en su presentación y expresión, pone ante el espectador el drama de la sociedad en la que vive, en especial el drama femenino en su largo y penoso caminar en el logro de todos los derechos inherentes a la persona humana, tema desgraciadamente de tremenda actualidad.Soledad del artista, en este caso de la artista, ante su obra.

Otero Frías

Texto del catálogo de la exposición individual en la Sala de Arte Teatro del Carmen de Vélez Málaga (Sept. 2007)